Con
respecto al proceso de paz que se inicia en el país, como lo han denominan los
medios y el gobierno, es necesario aclarar ¿de que proceso se está hablando?, y
es necesario aclarar a los colombianos y los interesados en esto, que el
proceso de paz, solo incluye en la agenda las negociaciones con un actor
armado, es decir el único interés que
hay desde el gobierno nacional, es la desmovilización de este actor, que son
las FARC, suponiendo acuerdos y compromisos entre las partes, claro está que
estos acuerdos, como lo han reivindicado una y otra vez los representantes del
gobierno, no se saldrán del marco institucional, es decir, no habrá cambios de
fondo y estructurales que permitan el cumplimiento de lo que el grupo
insurgente pide, como es el caso de la reforma agraria. Por lo tanto ese
mencionado proceso que se inicia, no es en la realidad la paz que se anhela,
pues los problemas estructurales que llevan a la guerra y a la violencia no
serán solucionados, simplemente un actor armado se desmovilizara, y en este
sentido las verdaderas pretensiones del gobierno son la seguridad y no la paz.
Por
otro lado, aunque estamos de acuerdo con la propuesta de dialogo con las FARC,
y que de esta manera haya una participación de esta guerrilla, en el escenario
político, no estamos de acuerdo con el tipo de negociación que se está dando,
pues ¿Quiénes son los que están negociando? ¿Quiénes son los representantes del
gobierno? ¿De verdad representan los intereses de toda la sociedad?, pues no,
en las negociaciones solo hay representantes de las fuerzas armadas
colombianas, el comisionado de paz y algunos representantes de los gremios económicos,
es decir, el establecimiento en toda su dimensión, pero ¿dónde quedan los
afectados directos de esta guerra? Los campesinos, los desplazados, la sociedad
civil, todos aquellos que vivieron la guerra en carne propia, que tendrían una
perspectiva más amplia de lo que significa negociar, donde el interés no seria
económico o político, si no de verdad social, donde se podrían iniciar
verdaderos procesos de negociación, de verdad, de justicia y reparación, solo
así un escenario de post conflicto seria manejable y perdurable, de lo
contrario si las negociaciones de “paz” se dan en medio de la guerra y de
intereses particulares el post conflicto seria incluso más violento que la
misma guerra.
En
este sentido decimos que un verdadero proceso de paz, será cuando se piense un
nuevo modelo de sociedad, pues solo en el momento que los sistemas político y
económico actual sean replanteados y transformados, los problemas de fondo que
causan violencia como la pobreza, la desigualdad, las injusticias, la opresión
entre muchas otros, serán solucionados con una transformación estructural, de
lo contrario, todas las negociaciones o procesos que se inicien serán
inconclusos y la violencia siempre será un malestar de nuestra sociedad. Apoyamos
el proceso de paz solo cuando sea integral, es decir que la paz no se mida en
términos de seguridad, si no de bienestar, igualdad y dignidad.
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